El atentado contra el expresidente Donald Trump agravó el caos que vive Estados Unidos previo a sus elecciones, en las que por un lado hay un candidato con serios problemas de salud y por el otro alguien que ya demostró ser muy autoritario, opinó la analista Laura Carlsen.
Elementos del Servicio Secreto retiraron a Donald Trump de un mitin en Butler, Pensilvania, luego de resultar herido en la oreja derecha causado por disparos que interrumpieron el evento.
El candidato a la presidencia por el partido Republicano estaba presentando una gráfica, cuando se escucharon unos disparos, Trump agarró su oreja con su mano y el servicio secreto lo agacharon para evitar que resultara más herido.
En su primera aparición en medios, luego del debate del 26 de junio, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, justificó que su participación en este acto político contra Donald Trump, candidato republicano, se debió a que “estaba agotado”.
“Fue un mal episodio, no hay indicios de ninguna afección grave, estaba agotado. No hice caso a mis instintos en cuanto a la preparación y fue una mala noche”, aseguró.
Hunter Biden, hijo del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, fue declarado culpable de tres delitos graves por los que podría enfrentar hasta 25 años de prisión.