Uno de cada ocho hombres puede estar en riesgo de padecer esta enfermedad, que es la segunda causa de muerte por cáncer en este grupo poblacional, sin embargo, el 45% no acude a consulta por vergüenza
El cáncer de próstata es un enemigo silencioso, en la mayoría de los casos no existen manifestaciones o síntomas iniciales, y hombres mayores de 50 años son más propensos a padecerlo, sin embargo, pese a que uno de cada ocho puede estar en riesgo de padecerlo, 45 por ciento no acude a consulta médica por vergüenza o incomodidad.
De acuerdo con el urólogo José Juan Arias Patiño, alrededor del 50% de los pacientes acuden en etapas tardías, cuando los síntomas como dificultad para orinar, chorro de orina débil o goteo, sangrado en la orina, se presentan.
Casi la mitad no acude por cuestión de vergüenza o incomodidad a la revisión (tacto prostático). Sin embargo, no a todos se les hace la revisión siendo jóvenes, pero sí es importante llevar un chequeo cada año, se debe detectar de manera oportuna, para un tratamiento de manera eficaz”, explicó.
Para una identificación y tratamiento oportuno, agregó Arias Patiño, se recomienda que, a partir de los 45 años, los hombres se realicen, por lo menos una vez al año, la prueba de sangre para detectar el antígeno prostático.
Antes de los de los 40 años es muy raro que nos salga o casi imposible por así decirlo, sin embargo, en edades de 40- 45 años, si el antígeno está normal se pudiera posponer el tacto rectal, que es lo que les da vergüenza”, comentó el especialista.
Factores de riesgo
La edad es uno de los principales factores de riesgo, explicó el urólogo del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM). A partir de los 40 años se puede desarrollar este cáncer, aunque “el pico de incidencia más frecuente es a partir de los 50 a 55 años”.
El antecedente familiar, es decir, que uno o más familiares lo hayan padecido, es otro factor de riesgo importante; así como el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, la mala alimentación, el consumo de bebidas alcohólicas, entre otros, son los que más influyen en adquirir esta enfermedad.
¿Cómo puede prevenirse?
Un chequeo oportuno, la realización de prueba de antígeno y exploración física (tacto rectal) al año, una buena alimentación, realizar actividad física durante 30 minutos al día, evitar fumar y consumir bebidas alcohólicas, así como tener por lo menos 21 eyaculaciones al mes, ayudan en la prevención de esta enfermedad, siempre y cuando no haya un antecedente familiar, explicó el urólogo.
Siguiendo estas recomendaciones, agregó, se puede detectar en etapas más tempranas, ya que de los 160 pacientes masculinos que en promedio recibe el ISSEMyM al año, anteriormente 60 por ciento de los casos se detectaban en etapa tardía, actualmente este porcentaje disminuyó hasta el 40 por ciento de detección, lo que ha permitido que hasta en un 70 por ciento de los casos hayan sido curados.
Todo paciente tiene que continuar en seguimiento por ciertos periodos. Hay periodos que se llevan de 5 o incluso hasta 10 años de vigilancia, posteriormente a los 8 o 10 años, la verdad es que es difícil que el cáncer regrese. Entonces, su calidad de vida es bastante buena”, puntualizó.
ET