Para determinar el trastorno en adultos, es necesario evaluar su historia clínica de la primera infancia.
Tan sólo el uno por ciento de la población en edad adulta que presenta síntomas que pudieran indicar la presencia del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es diagnosticada y recibe atención oportuna, lo que puede derivar en problemas en el ámbito laboral, social y personal.
Así lo señaló la Doctora en Ciencias de la Salud, Brenda Rodríguez Aguilar, Coordinadora de la Clínica de Atención al Trastorno por Estrés Postraumático del ISSEMYM, quien dijo que para lograr este diagnóstico es necesario que especialistas identifiquen si el paciente presentó síntomas desde la primera infancia.
“Lo primero sería hacer una revisión de esta historia clínica infantil y ver si los síntomas como déficit de atención o la hiperactividad o impulsividad estaban presentes en esa etapa y después hacer ciertos cuestionamientos respecto a la frecuencia, temporalidad en que se presentaron y si al menos ocurría en dos situaciones, es decir, qué les pasaba en casa, la escuela o en las reuniones con los amigos”, señaló.
La experta indicó que este trastorno se presenta en la primera infancia y, se debe diagnosticar a una edad temprana, antes de los 5 años; si no se identifica tempranamente, los adultos que lo padecen pueden presentar problemas en el ámbito social, laboral y personal.
Es por ello, dijo, que en la actualidad es importante normalizar la atención a la salud mental para identificar problemas como TDAH y recibir un tratamiento oportuno.
¿Qué es el TDAH?
El 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), condición presente en el 8.8 por ciento de la población mundial, de acuerdo con el Reporte Mundial sobre Salud Mental: “Transformando la salud mental para todos”, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en junio de 2022.
Para entender mejor este concepto, Rodríguez Aguilar explica que el TDAH es una enfermedad del neurodesarrollo que se presenta durante la primera infancia y afecta parte del desarrollo y funcionamiento en el ámbito social, académico y laboral y se manifiesta de tres maneras distintas.
De acuerdo con la especialista, la primera sería que hay un predominio en lo que es el déficit de atención y no puede tener la parte de la hiperactividad. La segunda, que hay un predominio en la hiperactividad e impulsividad; y el tercero, cuando están combinados, cuando tienen características o criterios tanto de déficit de atención como la parte de hiperactividad o impulsividad.
Síntomas en Adultos entre la edad universitaria y 50 años:
- Problemas para concentrarse.
- No poder mantener la atención durante tareas prolongadas, aparentemente desorganizados.
- Dificultad en el manejo del tiempo, falta de motivación y fatiga.
- Dificultad para escuchar atentamente cuando se le habla directamente e interrumpir constantemente.
- No poder seguir bien las instrucciones o terminar las tareas en el lugar de trabajo.
- Mostrar cierta inhabilidad para organizar tareas y actividades, y administrar su tiempo.
- Tener dificultad para participar en tareas que requieren una atención constante.
- Perder cosas como llaves, billeteras y teléfonos u olvidar fechas importantes.
- Dificultad para permanecer sentado durante periodos prolongados.
No obstante, la especialista señaló que no basta nada más con cumplir con estos síntomas, el responsable de la salud mental debe indagar en el pasado del paciente, para identificar señales en la primera infancia.
Para un diagnóstico en la edad adulta, se debe indagar en el historial clínico del paciente, debe presentar al menos cinco de los síntomas persistentes de falta de atención o de hiperactividad-impulsividad y éstos estar presentes en dos o más entornos.
“Los adultos que creen que pueden tener TDAH, consideró Rodríguez Aguilar, deben evitar autodiagnosticarse y acudir con los especialistas en el cuidado de la salud mental para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado”, señaló.