La presidenta destaca que la protección del maíz nativo es fundamental para la salud, pero también preserva la cultura y la soberanía alimentaria del país
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que su gobierno impulsará una reforma constitucional para prohibir la siembra de maíz transgénico en el país, con el objetivo de proteger el maíz criollo, la biodiversidad genética y la salud de las y los mexicanos.
“El maíz es México por eso decimos, ‘Sin maíz no hay país’. Queremos que quede muy claro que en México está prohibido sembrar maíz transgénico", enfatizó la mandataria federal.
Durante su conferencia matutina este 23 de diciembre, la jefa del Ejecutivo explicó que la importación del maíz amarillo ha sido sobretodo para consumo animal, ante la resolución de un panel internacional que determinó que con base en el T-MEC, México debe eliminar sus restricciones a la importación de maíz modificado genéticamente.
La presidenta de México refirió que además de ser importante evitar maíz transgénico para una mejor alimentación, es necesario proteger el maíz nativo por ser parte fundamental de la cultura mexicana.
“El maíz no surgió de manera silvestre; una de las teorías más aceptadas es que fue la domesticación del teocintle lo que dio origen a esta planta maravillosa que conocemos como maíz”, explicó la presidenta.
Y agregó que “México es el centro de origen de esta especie, y protegerla no solo es una obligación ambiental, sino también cultural, porque nuestro país está intrínsecamente ligado al maíz por nuestra historia y por la resistencia de los pueblos originarios”.
La presidenta afirmó que el maíz criollo representa una fuente invaluable de diversidad genética y cultural, al tiempo que subrayó la necesidad de preservar las variedades mexicanas frente a la amenaza del maíz transgénico.
“En México todavía se cultiva una parte muy importante de maíz criollo. Hay maíz azul, maíz blanco, maíz amarillo y cientos de variedades que permiten sembrarse en diferentes condiciones climáticas y regiones, esa diversidad debe protegerse porque es parte de nuestra biodiversidad genética y cultural”, añadió.
Sheinbaum recordó que durante su gestión como secretaria de Medio Ambiente en la Ciudad de México, ya se habían implementado medidas para evitar la siembra de maíz transgénico en la capital.
Destacó que se trabajó en decretos cuando el expresidente Andrés Manuel López Obrador era jefe de gobierno de la Ciudad de México, para que no se sembrara maíz transgénico, además del desarrollo de bancos de germoplasma para conservar las variedades de maíz y ahora se pretende garantizar esa protección en la Constitución.
La mandataria también destacó las implicaciones económicas y sociales del uso de semillas transgénicas, pues destacó que a diferencia del maíz transgénico, el maíz nativo permite que los campesinos guarden semillas para volver a sembrar y no depender de la compra de semillas a empresas transnacionales.
“La semilla del maíz criollo tiene una virtud esencial, es productiva, es decir, los campesinos pueden guardar una parte de su cosecha para volver a sembrarla, sin depender de empresas transnacionales para adquirir semillas, eso es clave para nuestra soberanía alimentaria", enfatizó.