El presidente hizo un balance de las relaciones bilaterales y comerciales; consideró que quien gane las elecciones tendrá buen entendimiento con Sheinbaum
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que durante los seis años de su mandato mantuvo una buena relación con Estados Unidos, pese a algunas diferencias menores con los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden, y auguró que los vínculos seguirán fortaleciéndose durante el sexenio de Claudia Sheinbaum.
A 25 días de entregar la banda presidencial, el mandatario hizo un balance de los temas bilaterales y destacó que en 2018 México era el tercer socio comercial de Estados Unidos, mientras ahora es el primero, pues en ese país se consumen muchos productos que se producen en territorio mexicano.
En su conferencia matutina de este jueves, señaló que los únicos momentos de diferencias de puntos de vista fueron cuando Trump quiso imponer aranceles y ahora que el embajador Ken Salazar opinó sobre la reforma judicial en México, pero la relación de fondo se mantuvo intacta porque ha habido respeto mutuo.
Pronosticó que quien gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos, ya sea el republicano Donald Trump o la demócrata Kamala Harris, "va a tener muy buena relación" con la presidenta electa.
De acuerdo con López Obrador, en Washington “saben muy bien que el gobierno nuestro es un gobierno con autoridad moral, un gobierno honesto, que nosotros no establecemos relaciones de complicidad con nadie, también saben que eso es lo que nos conviene a todos los pueblos”.
Admitió que en algunos casos los hombres de Estado, los estadistas de Estados Unidos tienen el afán de sentirse superiores, de no respetar y sentirse ‘gobierno del mundo’, por lo que insistió en el respeto a la soberanías.
Aunque dijo que a partir de octubre el tema corresponderá a Sheinbaum, el jefe del Ejecutivo consideró que hacia el futuro sería bueno mantener abierta la economía de México, pero cuidar mucho la integración con Canadá y Estados Unidos, para fortalecer entre las tres naciones a América del Norte como región económica.
Recomendó que a futuro sería conveniente “preparar un plan de sustitución de importaciones”, aunque dijo, eso ya tocará a la presidenta electa.
"El asunto está en que aprendamos a respetarnos, para que no se malinterprete, que no se piense que integración económica es dependencia o pérdida de soberanía", aclaró.
Tras considerar que "ya no sería posible una ruptura en las relaciones económicas, comerciales con Washington porque nos necesitamos, nos complementamos”.