En entrevista para Mexiquense Digital, Danielle R. Cruz, experte en medios señaló que temas como este son aprovechados por algunos medios para generar interacciones en favor o en contra de la transfobia
El debut de la argelina Imane Khelif contra la italiana Angela Carini en la justa olímpica de París 2024 el pasado 1 de agosto duró solo 46 segundos, pero causó una ola de mensajes transfóbicos y desinformación, tanto en redes sociales como en medios de comunicación, al señalar que es una mujer trans, entre otras cosas, mientras que Imane se identifica como mujer.
Para Danielle R. Cruz Villanueva, experte no binaria en medios de comunicación, se trató de un “deja vu” de un suceso que pasó en agosto del año pasado, cuando la boxeadora mexicana Brianda Cruz señaló que cuando peleó con la Argelina, la sintió “fuera de su alcance”, seguido de una imagen de cuando fue descalificada del mundial de Box en Nueva Delhi, India.
Esta boxeadora mexicana postea en sus redes que este había sido el golpe más duro que había recibido en su vida y que bueno que se tomó esa decisión (de descalificar a Imane del Mundial de Box). Inmediatamente un amigo suyo, comediante standupero es el primero en hacer la alusión de que Imane es trans, porque esta boxeadora no lo dice, pero lo deja explícito”, señaló Danielle en entrevista para Mexiquense Digital.
Cruz Villanueva reiteró que, al igual que en ese entonces, medios de comunicación en México hicieron notas sobre el tema y lo cubrieron de la misma manera, donde mencionaron que la descalificación de Imane de la competencia de box en Nueva Delhi se trató por altos niveles de testosterona y no por ser una mujer trans.
Sin embargo, en la actualidad este fenómeno se ve a nivel internacional, donde figuras en particular del movimiento transfóbico en Reino Unido, como lo es la escritora J.K. Rowling y de Estados Unidos con una batería inmensa de creadores de contenido de ultraderecha y de la derecha trumpista, aprovechando que están las campañas electorales, y se han vuelto narrativas partidistas en esas regiones.
Mientras que los medios han retomado estas discusiones para generar notas para incentivar interacciones en redes sociales, donde “jalas el enojo de las personas, ya sea en favor de la Transfobia o en contra y las pones a pelear dentro de los comentarios de sus publicaciones para tener interacciones y un mayor alcance”.
Imane Khelif nació el 2 de mayo de 1999 en la provincia de Laghouat, al norte de Argelia. A los 16 jugaba futbol en su comunidad, pero se interesó en el box después de esquivar los golpes de los demás jóvenes de su comunidad que la discriminaban por estar en un deporte masculino.
De acuerdo con una entrevista que le hizo la Unicef en marzo de este año, comentó que empezó desde abajo y ahora anda en la cima, además de que sus padres van a verla entrenar y la apoyan en sus enfrentamientos.
Pese a esas polémicas, la pugilista argelina peleará este viernes en la final de boxeo de peso welter femenil contra la China Yang Liu.
La transfobia en redes, narrativa normalizada
En el caso de las redes sociales, Danielle comentó que la transfobia y otras narrativas de odio son muy normalizadas y puestas a la luz por perfiles focalizados que no ves en tus perfiles hasta que sacan alguna polémica.
Elle mencionó que, en el caso de deportes en Estados Unidos, esta violencia hacia la comunidad trans que participan en varias competencias deportivas va de la mano con prohibiciones en varios estados donde les han bloqueado el acceso a ciertas competencias.
Las personas trans han sido bloqueadas de deportes amateurs en las escuelas, de la Federación Internacional de Atletismo, la Federación Internacional de ajedrez, por alguna razón la Federación de boliche y de tenis, este tiene bloqueos específicos para las posibilidades de competir”, dijo.
Danielle R. Cruz Villanueva reiteró que en estos juegos veraniegos de París no hay deportistas trans compitiendo y que las narrativas antitrans también terminan afectando a las mujeres que no cuadran dentro de las expectativas de género.
Son racistas, clasistas, ancladas en ideas muy blancas y muy colonialistas”, acusó.
De acuerdo con la Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación (GLAAD por sus siglas en inglés), redes sociales como Meta (Facebook) e Instagram no han protegido de la mejor manera a la comunidad trans e incluso las denuncias hechas por violaciones a las reglas de la comunidad no son tomadas en cuenta o desechadas, ya que no las toma como infracciones.
Pese a que Meta ha dicho en comunicados que “el discurso de odio no tiene cabida en nuestras plataformas”, este sigue proliferando y agarra fuerza cada que sale un caso como el de Imane Khelif.