El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que están sentadas las bases para la transformación del país, la cual continuará con Claudia Sheinbaum
Andrés Manuel López Obrador dio hoy su último discurso en el Zócalo capitalino con un resumen de logros de su gobierno y un agradecimiento a quienes le acompañaron en la principal plaza pública del país, durante 19 años de mítines de protesta y luego mensajes como presidente.
“En este sexenio sentamos las bases de la transformación que necesitaba el país”, dijo el mandatario al resaltar que era necesario separar el poder económico del poder político y de que el gobierno representara a todas y a todos los mexicanos.
Desde un pequeño templete tricolor colocado afuera de la Puerta Mariana de Palacio Nacional, resaltó que “necesitamos continuar con esa política, con democracia verdadera, no una simulación, no una oligarquía con fachada de democracia”.
Recuento de acciones
Durante dos horas, el jefe del Ejecutivo mencionó acciones como la eliminación de pensiones a expresidentes, los aumentos al salario mínimo, el fortalecimiento del peso y del sistema de salud, así como la construcción de grandes obras como el Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Primero los pobres
Aseguró que funciona el principio de que “Por el bien de todos, primero los pobres”, lema de su primera campaña presidencial en 2006, y destacó que ahora los programas sociales llegan a 30 millones de hogares, de 35 millones que existen en México.
De acuerdo con López Obrador, “quedó demostrado que se puede gobernar en beneficio de todos los mexicanos sin aceptar recetas, modelos o agendas impuestas por organismos financieros internacionales o por poderes económicos de cualquier signo político”.
El jefe del Ejecutivo destacó que, aunque su gobierno fue blanco de ataques durante todo el sexenio, jamás persiguió, censuró o reprimió a nadie.
“Es un timbre de orgullo el haber demostrado que se puede transformar con el apoyo del pueblo, aunque se tenga en contra a poderes oligárquicos y medios de información o manipulación que en otros tiempos imponían modos de pensar y actuar en beneficio de sus intereses”, acotó.
Apoyo a Reforma Judicial
Sobre la reforma al Poder Judicial, preguntó a los asistentes quiénes están de acuerdo en que la población elija a los jueces magistrados y ministros mediante voto popular, a lo que todos respondieron levantando la mano.
"Fuera Piña, Fuera Piña", se escuchó en diferentes momentos del discurso, en referencia a la presidenta de la Suprema Corte de la Nación.
"Me voy feliz y tranquilo"
Antes de finalizar, hizo varias reflexiones y expresó: “nada me hace más feliz que haber logrado con el apoyo de muchos de ustedes, de millones de mexicanos, reducir la pobreza y la desigualdad en el país”.
“Quiero confesar aquí en la plaza principal del país, en la principal plaza pública de México, en este Zócalo donde tantas veces nos concentramos durante nuestra lucha por la justicia y la democracia, que me voy a jubilar con la conciencia tranquila y muy contento”, expresó.
El mandatario agregó que se va tranquilo porque entregará la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, a quien calificó como “excepcional, experimentada, honesta y sobre todo de buenos sentimientos, afín a los principios fundacionales” de su movimiento.
“Me retiro con el orgullo y el honor de haber servido a un pueblo bueno, trabajador, inteligente y fraterno”, expresó el mandatario, al recordar que el “Humanismo mexicano” aplicado durante su gobierno es “es en esencia es reconocer y atender a los de abajo, quienes permanecían olvidados y humillados”.
Admitió que pese a los avances logrados, aún falta mucho por revertir y por ello “es indispensable seguir luchando para fortalecer lo alcanzado y continuar construyendo una patria nueva, generosa eterna”.
"Gracias, muchas gracias", dijo antes de gritar tres "vivas" a México, entonar el Himno Nacional, despedirse de los asistentes y regresar a Palacio Nacional por la puerta derecha de su fachada.