El ingeniero Carlos Arce, responsable de la estación temporal, señala que el origen puede ser una falla geológica local o el derrumbe de cavernas
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) instaló un sismómetro temporal en la FES Acatlán, como parte de la colaboración de la UNAM con el gobierno de Naucalpan para determinar el origen de los microsismos en la colonia Praderas de San Mateo.
El ingeniero civil Carlos Arce León, responsable de la estación temporal, asegura que fue necesario el préstamo debido a que hay poca instrumentación para monitorear movimientos telúricos en el noroeste del Valle de México.
“Ahorita con el apoyo del Instituto de Geofísica se ha logrado establecer una estación con carácter temporal, esperemos que en un futuro se formalice algo más permanente; dará información importante y de gran relevancia”, señaló.
En entrevista con Mexiquense Digital, Arce reconoció que los microsismos tienen preocupados a los naucalpenses, por lo que el Ayuntamiento solicitó apoyo a la FES Acatlán, cuyos expertos realizan recorridos y brindan asesoría a Protección Civil.
“En la facultad hacen un equipo de trabajo integrado por el programa de Ingeniería, de Ingeniería Civil, el departamento de Análisis de Riesgos, el área de Posgrado… en Geotecnia y en coordinación con la división de Matemáticas. Y acudimos a ese llamado y empezamos a hacer reuniones de trabajo para ver cómo se puede atacar el problema”, explicó.
Lo primero que pide uno, agrega, “es vamos a conocer el sitio, hay que conocer el entorno donde se está desarrollando la situación y a partir de ahí se empieza a plantear un programa de trabajo”.
De acuerdo con el especialista, los movimientos y estruendos reportados parecen ser de origen geológico, posiblemente relacionados con fallas o colapsos de cavernas en la región, y se descarta que sean producto del uso de explosivos.
Detalla que se estableció un programa de actividades que se divide en dos áreas principales: la investigación del fenómeno y la evaluación de la vulnerabilidad de las edificaciones, la cual incluye un mapeo detallado de las condiciones de las viviendas de la zona.
“Esta situación ha llamado la atención de investigadores de diferentes institutos y hemos tenido reuniones con personas del Instituto de Geología, Instituto de Geofísica y Servicio Sismológico, y están aportando en la medida de los recursos, que siempre hay que cuidarlos mucho y de sus capacidades”, señaló.
Para ello, explicó, el SSN y el Instituto de Geofísica de la UNAM proporcionaron temporalmente el sismómetro que monitorea todos los movimientos en la región, lo cual permitirá obtener datos más precisos sobre la actividad sísmica.
Arce León, jefe del Departamento de Análisis de Riesgos Naturales Antropogénicos de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria de la FES Acatlán, aclaró que llevará tiempo determinar con precisión el origen de los microsismos.
Sin embargo, explicó se realizan esfuerzos para mejorar la preparación y respuesta ante estos fenómenos naturales, incluida la capacitación de la población en primeros auxilios y la importancia de la protección civil.
Praderas de San Mateo es una colonia popular asentada en una pronunciada loma a siete kilómetros del centro de Naucalpan. Desde julio pasado, vecinos de la parte alta reportan estruendos y movimientos a diferentes horas del día y noche.
“Aparte de estudios geológicos, de estudios geofísicos, estudios de topografía, hay que estudiar cómo evolucionó la mancha urbana en la zona, para ver cómo estaban y si ya había fallas de antes”, puntualizó Carlos Arce.
Además del mapeo con evaluaciones de vulnerabilidad en las viviendas de Praderas de San Mateo, con el objetivo de mejorar su resistencia frente a fenómenos naturales.
“Hay que hacer un mapeo prácticamente predio por predio, para establecer las condiciones de vivienda por vivienda y se han ido involucrando diferentes áreas de la Universidad”, añadió.
El ingeniero Arce puntualizó que “no es algo que se pueda resolver en el corto plazo, en días”, pero sí hay acciones que se establecieron por el gobierno y que estamos apoyando, en esta evaluación de vulnerabilidad.
En opinión de Carlos Arce, la colaboración entre distintas instituciones y la comunidad es fundamental para abordar este problema, que incluye no solo la investigación, sino también el apoyo a la población afectada.