La Fiscalía General de la República (FGR), confirmó su acusación contra Joaquín Guzmán López por traición a la patria, al secuestrar y entregar a Ismael “El Mayo” Zambada a las autoridades de Estados Unidos.

Razón por la cual el Ministerio Público inició una investigación para acreditar el delito, contemplado en el artículo 123 del Código Penal Federal.

Dicho artículo establece que “se impondrá prisión de 5 a 40 años, al mexicano que cometa traición a la patria; señalando también que es responsable de ese delito, el que prive ilegalmente de su libertad a una persona en el territorio nacional, para entregarla a las autoridades de otro país, o trasladarla fuera de México con tal propósito”.

A través de un comunicado, la FGR señaló que para sustentar la acusación, realizó una diligencia en el aeropuerto “Doña Ana”, de Santa Teresa, Nuevo México, a donde llegó la aeronave con Joaquín Guzmán López, Ismael Zambada y un piloto, sin embargo, no se le proporcionaron los datos requeridos.

 La autorización previa de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) del vuelo en que llegaron Ismael y Joaquín, identificación del piloto,  documento de la información anticipada sobre los pasajeros (API) e identificación de la aeronave, entre los datos requeridos. 

La dependencia aseguró que a través de su Área de Asuntos Internacionales, de Interpol-México y de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), solicitó al Departamento de Justicia de los Estados Unidos, 11 informes clave sobre el vuelo, pero tampoco se le han entregado.

Sin embargo, destacó que pudo obtener información, aún por verificar, sobre la ubicación de una pista cercana a Culiacán, desde donde se realizó un vuelo clandestino en territorio nacional, al parecer autorizado para aterrizar en Estados Unidos. 

Hay inconsistencias en caso Cuén

La FGR también explicó que tras atraer el caso del homicidio de Héctor Melesio Cuén, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el pasado 25 de julio, encontró inconsistencias en la investigación, en primer lugar sobre el informe de la necropsia donde no establece de forma correcta los signos inmediatos del cadáver y su evolución.

Sobre la videograbación de una gasolinera en la que presuntamente se observa el momento del homicidio, señaló que el cuerpo presentaba un golpe en la cabeza y cuatro disparos en las piernas, pero en el video en la sólo se escucha un disparo, y los tres empleados del lugar no escucharon detonaciones.

Agregó que tampoco se cumplieron las medidas de preservación del cuerpo al permitir la incineración inmediata; que no se identificó la fisonomía de quienes ocupaban la camioneta; no hubo mecánica de los hechos; el lugar y el vehículo no se procesaron criminalísticamente y pese a haber manchas de sangre en la camioneta, no se hicieron peritajes.