Festivos y con rituales, miles acompañan a Sheinbaum en su primer acto masivo como presidenta

Hasta 12 horas esperaron los seguidores de la primera presidenta de México para acompañarla a recibir el bastón de mando de los pueblos indígenas y afromexicanos y escuchar sus 100 compromisos de gobierno

Redacción
Fecha
Ceremonia ritual de entrega de bastón de mando
En la ceremonia ritual de entrega de bastón de mando a Claudia Sheinbaum miles la acompañaron. Fotos: Edgar Negrete Lira / Cuartoscuro y @ClaudiaShein

Por Gerardo Farell y Fernando Ugalde

La cita era a las 4:00 de la tarde, pero la gente llegó hasta 12 horas antes a las inmediaciones del Zócalo de la Ciudad de México, como si por alguna confusión se hubieran equivocado de horario.

Pero no, eran simpatizantes de Claudia Sheinbaum procedentes de diversas latitudes de la República y más allá, que hicieron cinco y hasta más de 20 horas de trayecto en camión.

Personas de Tabasco, Tamaulipas, Quintana Roo, Nayarit, Oaxaca, el Estado de México y más acudieron al festejo de la toma de protesta de Sheinbaum Pardo y la despedida del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Como Guadalupe Mellado, su caso es curioso. Ella llegó desde Seaside, California —pero es originaria de Oaxaca— y acudió a la esquina de Venustiano Carranza y Pino Suarez para ver al presidente y "pasar un rato bonito con la nueva presidenta".

Todos los héroes anónimos, los migrantes, traemos corazón y un nudo en la garganta de felicidad, pero traemos ese saludo de nuestros paisanos qué no pueden venir", dijo Mellado, quien viajó acompañada de su hija.

Como ella, a las calles de Pino Suarez, Madero, 5 de Mayo, entre otras, llegaron a instalarse muchas personas que apoyan al movimiento del presidente López Obrador, mientras esperaban a que las autoridades abrieran la Plaza de la Constitución.

"A partir de las 9 la abren", comentó una oficial de policía a las personas que le preguntaron.

Dio la hora y las personas congregadas en Madero se desesperaban y gritaron e intentaron dar un portazo para acceder a la plancha, pero fue hasta las 9:30 horas qué abrieron para que la población pudiera instalarse en el Zócalo.

Muchos colocaron carpas, otros llevaban banquitos para sentarse y esperar a que llegara la primera presidenta de México a la cita esperada, mientras que otros festejaban y gritaban su apoyo al presidente.

 

 

En las orillas de la plaza, vendedores aprovecharon el momento único de la despedida del presidente para vender “Amlitos” y “Clauditas” a 250 pesos y gorras a 200 pesos, ente otros souvenirs. "El amlito habla", dijo uno de los vendedores para atraer a los presentes y señaló al pecho de un Andrés Manuel de felpa.

"Me canso ganso", resonaba el muñeco, entre otras frases célebres del ahora ya expresidente e histórico líder de izquierda, que anunció su retiro al cerrar su sexenio.

Las horas pasaban y el cielo amenazaba con una lluvia intensa, pero solo espantaba porque después se despejada el cielo y pegaba un sol molesto sobre los presentes.

Al llegar Sheinbaum y López Obrador a la Cámara de Diputados para la ceremonia de investidura, las miradas de sus fanáticos se volcaron en las pantallas que el gobierno capitalino colocó en el primer cuadro del Centro Histórico.

Vitoreaban "es un honor estar con Obrador", mientras que con Sheinbaum resonaba "es un honor estar con Claudia hoy" y “Presidenta, presidenta, presidenta”. Y a partir de hoy, ya lo es.

Los presentes se mantuvieron atentos al primer discurso de la primera presidenta mujer y al final cantaron al unísono una primera vez el Himno Nacional junto a ella, que estaba a unos kilómetros de distancia en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Ese júbilo duró todo el día, desde la mañana hasta la tarde, cuando finalmente la presidenta participó en la ceremonia ritual en que recibió el bastón de mando de los 70 pueblos originarios y afromexicanos.

Y llegó por fin el encuentro y el ritual

Minutos antes de las 16:00 horas, la nueva mandataria salió de Palacio Nacional, saludó a las primeras filas del público y subió al gran escenario blanco ante la Puerta Mariana, junto con más de 50 mujeres indígenas, mientras Jesusa Rodríguez arengaba “Presidenta, presidenta”.

El humo del incienso y copal se hicieron presentes, así como el bastón de mando que le fue entregado a Sheinbaum y que la acompañaría en el atril durante su discurso de más de una hora de duración.

Siguieron los saludos hacia los cuatro puntos cardinales, las manos levantadas y las peticiones al sol, al viento, a la tierra y los demás elementos para que Sheinbaum tenga iluminación, sabiduría y que el suyo sea un buen gobierno.

“Estamos de fiesta y les pedimos los que venimos de los cuatro rumbos, les pedimos con todo el respeto, vamos a hacer nuestra ceremonia sagrada”, dijo una de las oradoras, identificada como hermana Virginia.

Pedimos iluminación para la presidenta constitucional, Claudia Sheinbaum Pardo, pedimos para ella tu luz divina, que la acompañes, que la ilumines en cada paso que dé, en cada decisión que tome, a ella y a sus equipos de trabajo”, agregó.

“No está sola, estamos todos los pueblos con usted trabajando y poniendo en alto nuestras comunidades”, le dijeron a la nueva presidenta en su primer acto multitudinario, tras calificar a este día como “de fiesta, alegría y esperanza que quedará grabado en nuestra memoria colectiva”.

Hermanita Claudia, te recibimos con amor, con alegría con gusto. Tú eres la voz de las que no tuvimos voz por mucho tiempo", señaló Virginia, quien la bendijo con copal y aseguró tener esperanza en ella.

Vino después el discurso. Al igual que por la mañana en el Congreso, un agradecimiento al expresidente Andrés Manuel López Obrador por su legado y el compromiso de llevar a cabo el segundo piso de la Cuarta Transformación.

Uno a uno, leyó los 100 compromisos que asumió en este inicio de gobierno, algunos de continuidad de los programas del sexenio anterior y otros iniciativa suya para reforzar y afianzar lo que se ha alcanzado hasta ahora.

Salud, educación, medio ambiente, programas sociales, ciencia, obras públicas, economía e inversiones, así como seguridad, fueron los temas en los que dividió sus compromisos, todos aplaudidos por la multitud.

Bajo un cielo que todo el tiempo amenazó con una tormenta, la cual nunca llegó, Sheinbaum preguntó en varias ocasiones “¿ya se cansaron?”, seguido de la masiva respuesta: “nooo”.

Es lo más profundo, lo más emotivo que he vivido en mis 70 años de vida. Que una mujer llegue a la presidencia fue el anhelo de muchísimas mujeres", señaló Alejandro Suarez del Real, exfuncionario en el gobierno de Sheinbaum Pardo en la capital del país.

Como en un concierto en el que el cantante dice una frase y el público la completa, una Sheinbaum dueña del escenario pronunció “Por el bien de todos…”, a lo que sus seguidores respondieron “primero los pooobres”.

Los mismo con “Es un honor… (estar con Obrador)”, “Con el pueblo todo… (sin el pueblo nada)” y “No llego sola… (llegamos todas)”. Al último, el compromiso de no robar, no mentir y no traicionar, seguido de tres “vivas” a México.

Nuevamente los gritos de “Presidenta, presidenta” arengados por una Jesusa Rodríguez como en los tiempos del Gobierno Legítimo y la lucha contra la reforma petrolera.

Himno Nacional, abrazos a las mujeres indígenas, manos levantadas hacia la multitud y el primer acto masivo de Sheinbaum como presidenta llegó a su fin, mientras el sol asomó tenuemente antes de ocultarse definitivamente en este histórico 1 de octubre.