La oposición criticó la reforma como una medida monopólica y el bloque mayoritario lo señaló como un acto de justicia; pasa al Senado para su análisis
Con 350 votos a favor, 111 en contra y una abstención, y tras admitir una de 260 reservas, la Cámara de Diputados aprobó en lo general y particular esta madrugada el dictamen de la reforma energética, con la que se establece que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), serán nuevamente empresas públicas y no empresas productivas del estado.
La discusión sobre la iniciativa que reforma los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución duró más de 14 horas, en lo general la votación fue 353 votos a favor y 122 en contra.
El dictamen también otorga a la CFE prevalencia sobre las empresas privadas en el sector eléctrico.
La oposición encabezada por PAN, PRI y Movimiento Ciudadano rechazó la propuesta con el argumento de que se trata de una medida que monopolizará el mercado energético.
La práctica monopólica que generará este tipo de examen va a hacer que las dos empresas que le dan servicio hoy a CFE, suministrando el servicio de internet, van a empezar a tener prácticas monopólicas”, señaló el diputado del PRI, Jérico Abramo Masso
En defensa de la reforma el bloque mayoritario integrado por Morena, Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido del Trabajo (PT), aseguró que con la modificación se dará prioridad a las necesidades de la población y no al lucro de los energéticos.
La energía pertenece al pueblo de México y estaremos nosotros aquí garantes para que eso suceda a pesar de sus discursos de ahí viene el lobo estas reforma simplemente permite que la CFE en el tema energético tenga una participación del 56% diferencia del 46 ustedes le dejaron", dijo Luliana Aguilar, diputada del PT
Con esta reforma, que forma parte del paquete de cambios constitucionales propuesto en febrero de 2024 por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, se buscará que la mayor parte de la energía sea generada por la CFE, mientras que Pemex se encargará de la producción de combustibles fósiles.
En concreto, se pretende que CFE produzca el 54% de la energía qué se consume en el país y sólo el 46% sea producida por particulares, lo que revierte los porcentajes que había con la reforma energética aprobada en 2013 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, por lo que ahora las empresas del Estado tendrán prevalencia sobre los particulares en materia energética.
Además, indica que el litio no podrá ser concesionado y se reafirman las funciones estratégicas del Estado en áreas como el internet y el control del sistema eléctrico nacional.
Durante la discusión se presentaron 260 reservas en lo particular, de las cuales solo fue aceptada una, la cual establece que los trenes de carga y pasajeros serán áreas prioritarias para el desarrollo nacional y se eliminó el párrafo que atribuía al Estado la total responsabilidad de la transición energética.
Tras la aprobación en la Cámara de Diputados, el dictamen fue turnado al Senado para su revisión; de ser aprobado ahí, se enviará a los congresos estatales, donde requerirá el aval de al menos 17 de los 32 estados para entrar en vigor.