Aunque en la entidad mexiquense no se han presentado defunciones por temperaturas extremas, no está de más reforzar las acciones preventivas para evitar ser afectado por golpes de calor, enfermedades diarreicas, quemaduras de piel y deshidratación.

La Secretaría de Salud del Estado de México invitó a la población mexiquense a seguir acciones preventivas como: usar ropa ligera y de colores claros, elevar la ingesta de líquidos y evitar actividades físicas al aire libre de 11:00 a 16:00 horas.

También recomendó desinfectar las frutas y verduras para disminuir riesgos de enfermedades diarreicas y deshidratación; así como mantener una hidratación correcta, preferentemente con agua natural, la recomendación es de al menos dos litros al día.

Otras de las medidas básicas de higiene son el lavado frecuente de manos, principalmente al preparar alimentos, antes de comer y después de ir al sanitario.

Las altas temperaturas pueden provocar además una acelerada descomposición de los alimentos, por lo que se recomienda mantenerlos dentro del refrigerador y no consumir alimentos que estén expuestos al sol.  

Para las personas que tienen que salir de casa, se aconseja evitar la exposición prolongada a los rayos del sol y aplicar protectores o filtros solares con el factor más elevado y aplicarlo cada cuatro horas; usar ropa de manga larga, sombrero, gorra o sombrilla.

La dependencia estatal recomendó acudir inmediatamente al Centro de Salud más cercano a su domicilio y solicitar atención médica en caso de presentar signos de alarma como sed, disminución del volumen de la orina u orina más oscura, cansancio sin motivo aparente, dolor de cabeza, boca seca y vértigo.
Para la población vulnerable, como los bebés, se sugiere optar por la lactancia materna exclusiva; completar esquemas de vacunación en niñas, niños, mujeres embarazadas y si se presentan signos de deshidratación, consumir Vida Suero Oral, los cuales son proporcionados de manera gratuita en los Centros de Salud del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM). En el caso de los adultos mayores; se sugiere no automedicarse.