La cantautora sonorense Karla Cruise nos sorprende con Silvestre, su más reciente álbum compuesto por 8 canciones que rinden homenaje al folclore mexicano y a las historias que florecen en los desiertos del alma. Este proyecto marca una etapa de transformación para la artista, que combina tradición y modernidad con una narrativa profundamente personal sobre libertad, evolución y empoderamiento.

Un tributo a la música mexicana con un toque fresco

Inspirada por íconos como Juan Gabriel, Joan Sebastian y Chavela Vargas, y con la influencia de la pasión de Linda Ronstadt en Canciones de Mi Padre, Karla fusiona elementos del mariachi tradicional con sonidos contemporáneos. Silvestre cuenta con la participación de grandes talentos como Marco Galindo, quien sumó músicos de renombre como Miguel A. Barrón y Armando Miranda del Mariachi Vargas de Tecalitlán. Además, Justin Schipper, conocido por su trabajo con Beyoncé y Shania Twain, aporta su maestría en el pedal steel, dándole un aire único y cautivador al disco.

El álbum también reúne a destacados músicos como Beto Ramos (Jumbo), Ernesto “Pollo Brown” Ahumada, y Martín Gil, entre otros, creando un lienzo sonoro que transita entre la melancolía y la fuerza.

El mensaje detrás de Silvestre

Más que un disco, Silvestre es una declaración de identidad. Karla lo define como un homenaje a la mujer que, como una flor del desierto, crece y florece en medio de la adversidad. Es un canto a la rebeldía con propósito, a la libertad de decidir y al poder de redefinir el destino.

La esencia del álbum se siente especialmente en temas como “Sal de Mar”, el primer sencillo, que llega acompañado de un emotivo videoclip disponible junto al disco desde el 15 de noviembre.

Una artista en constante evolución

Karla Cruise, originaria de Hermosillo, ha conquistado tanto escenarios nacionales como internacionales, compartiendo su talento junto a figuras como Natalia Lafourcade y Ximena Sariñana. Con Silvestre, reafirma su lugar como una de las voces más originales de la música contemporánea mexicana.

El disco fue producido por Rudy Martínez en Monterrey bajo el sello independiente Ruidoso Studios, con colaboraciones de creativos como el productor ejecutivo Kato Gutiérrez y la compositora María Centeno.

No te pierdas este viaje musical que entrelaza tradición, innovación y una narrativa profundamente emotiva.