Se presentó en la sala Felipe Villanueva
Bill Cunliffe se presentó en la sala Felipe Villanueva, del Conservatorio del Estado de México. El pianista, ganador del premio Thelonious Monk al mejor intérprete de piano en 1989, oriundo de Massachussets y en una curiosa coincidencia avecindado muy cerca de Toluca Lake , en California, ofreció un concierto con el objetivo de recaudar fondos para la....
Bill Cunliffe se presentó en la sala Felipe Villanueva, del Conservatorio del Estado de México. El pianista, ganador del premio Thelonious Monk al mejor intérprete de piano en 1989, oriundo de Massachussets y en una curiosa coincidencia avecindado muy cerca de Toluca Lake , en California, ofreció un concierto con el objetivo de recaudar fondos para la adquisición de instrumentos musicales e impulsar la educación e inquietud musical de niños y jóvenes de la comunidad de San Antonio el Llanito, en Ocoyoacac.
Abrió el concierto benéfico, "Quetzal", cuarteto de jazz fusión, formado por Ricardo Aligierhi, Mario Vazzini, Alejandro Hernández y Gael Rogel, batería, bajo, guitarra y líder del grupo y piano eléctrico, respectivamente, las piezas fueron dos: El Zorro y Aztlán, la primera compuesta por Hernández y la segunda, una creación colectiva de los integrantes, todos ellos, egresado de la carrera de jazz del conservatorio estatal.
La,parte interesante, plato fuerte o como quieran llamarle fue cuando Pedro Galindo, excelente baterista y director de la carrera de jazz de la escuela de música mencionada, Alonso Sánchez, talentoso y joven contrabandista nacido en California y el propio maestro Cunliffe comenzaron su recital con Días de Vino y Rosas, recibiendo el reconocimiento de quienes disfrutaron de esa presentación. El pianista ganador del Grammy reconoció como la mejor forma de interpretar jazz el formato de trío al permitir el mejor lucimiento y evolución de los solos de cada ejecutante, así como el desempeño de las improvisaciones, además de que la hechura de éstas debe ser más de oído para hacer sentir la creatividad y sensibilidad de cada músico, dejando a un lado la fría ejecución apegada a la partitura.
El pianista, quien ha producido casi una treintena de discos y tiene programada la grabación de una más el próximo año en el Reino Unido dijo en entrevista que siente que su carrera ha sido como un camino hacia arriba, pero con un clima agradable y lleno de buenos momentos y satisfacciones, finalmente reconoció la inmejorable acústica de la sala de conciertos y la grata oportunidad de tocar en un piano de media cola, facilitado para esta ocasión.