Especialista de la UAEMéx señala que se ve difícil que la medida de Estado Unidos se mantenga; de no ser así se tendría que explorar desde la reciprocidad arancelaria hasta la devaluación del peso mexicano

Los automóviles, la vivienda y también los alimentos provenientes del campo, serían los primeros productos afectados por la imposición de aranceles del 25 por ciento a México por parte de Estados Unidos, luego, vendría la afectación al empleo y a los precios en general, afirmó Dante León Ortega, especialista en Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).
A partir de este 4 de marzo el presidente estadounidense, Donald Trump ordenó la aplicación de aranceles a México y Canadá para exigir acciones contra el tráfico de fentanilo y la migración hacia su país.
Al respecto el economista señaló que, si bien hay que esperar al 6 de marzo cuando la presidenta de México Claudia Sheinbaum y su homólogo de Estados Unidos, sostendrán una llamada telefónica, en caso de aplicarse plenamente, estos aranceles generarían una disminución en las exportaciones mexicanas, y por lo tanto en la producción y el empleo en sectores clave.
En particular, destacó que entidades con una alta actividad industrial, como el Estado de México y la zona de Toluca, serían de las más afectadas debido a su fuerte vinculación con la exportación hacia el país vecino.
La industria automotriz podría resentir de inmediato estos aranceles, ya que muchos de sus insumos y productos finales se destinan al mercado estadounidense, también la construcción se vería afectada, pues muchos materiales provienen de México, y en el sector agropecuario, los productos agrícolas que se exportan a Estados Unidos serían los primeros en encarecerse", explicó.
Efectos en la economía
León Ortega advirtió que si no se toman medidas para contrarrestar los aranceles, la economía mexicana podría experimentar una contracción de entre 0.5 por ciento y 0.8 por ciento, mientras que EU podría enfrentar una desaceleración del 2.8 por ciento.
Si las exportaciones mexicanas disminuyen, esto podría reflejarse en una pérdida de empleos y una reducción en la producción. Además, al producir menos, la economía en general podría desacelerarse", mencionó el especialista.
Alternativas frente a los aranceles
Como ya se prevé desde el gobierno de México, el economista señaló que la primera alternativa para hacer frente a la imposición de aranceles sería la reciprocidad, es decir, responder con tarifas desde México.
Otra opción sería explotar los mercados de Europa y Asia en busca de sustituir el mercado de exportaciones hacia Estados Unidos, aunque ello implicaría más gastos en traslado.
Una tercera alternativa sería la devaluación de la moneda mexicana, medida que puede generar polémica o temor entre la ciudadanía, pero que desde el punto de vista técnico, ayudaría a mantener la competitividad en precio de productos hechos en México, frente a compradores estadounidenses.
Si la moneda se deprecia, los productos mexicanos seguirían siendo atractivos para los consumidores estadounidenses, porque, aunque el arancel aumente su precio, la conversión cambiaria podría compensarlo. Esto es una medida técnica que, aunque genera incertidumbre, podría evitar una caída abrupta en las exportaciones", explicó.
Difícil que EU mantenga postura
El especialista señaló que si continúa la idea de grabar los productos mexicanos, la medida podría durar poco, debido a los efectos que tendrá en ese país y la presión que en consecuencia ejercerán tanto el sector político como empresarial.
El gobierno de Estados Unidos enfrentará presiones de sus propios sectores económicos, ya que muchas empresas dependen de las importaciones mexicanas. Además, el encarecimiento de la mano de obra debido a las restricciones migratorias podría elevar sus costos de producción", comentó.